Roberto Piqueras
DISEÑADOR DE INDUMENTARIA
       Conocí a Roberto, hace cuatro años, durante una pasarela 080 Barcelona. Siempre recuerdo que, en aquella oportunidad, logró llamar mi atención la gran peluca blanca, de estilo Rococó, que coronaba su cabeza. Símbolo o no, es justamente en el siglo XVIII, cuando la moda comenzó a cambiar drásticamente. El espíritu libre y extravagante de algunos artistas de aquel entonces se impuso al mundo entero y supo romper paradigmas. Cuando me acerqué a saludarlo, se presentó como Roberto Piqueras, diseñador de moda.
Texto St Xavier Octavius
Photo Fabiana Righi
"…Barcelona es una ciudad que podría ser idílica, pero todavía piensa que sólo tiene que vivir por y para los turistas…"

 
"…La moda nace en la calle. Los diseñadores no creamos nada, sólo lanzamos opiniones de cosas que pasan en nuestro entorno…"

      Hace poco más de un año, después de haber ganado una beca a través de la Pasarela Ego, de la Madrid Fashion Week, se instaló en Londres, desde donde trabaja para internacionalizar su marca. Queríamos conversar con él, no sólo para que nos cuente sobre su experiencia londinense sino porque para nosotros encarna una serie de valores,  creatividad, extravagancia, libertad, pasión, constancia, esfuerzo y, sobre todo, ganas de hacer las cosas de una manera diferente.

¿Cómo defines moda? Moda es todo eso que ves y que en algún momento puede estar passé.

¿A qué conceptos se asocia tu idea sobre la moda? A la Individualidad y a la representación más externa del yo interior.

¿Las tendencias sociales te inspiran? A veces puedo tener un lenguaje político en mis presentaciones y algunos símbolos, pero soy consciente de que la moda nunca puede ser ecológica o un tema social, ya que por tradición y culturalmente es una mentira sin la que se puede vivir.

¿Crees que la moda nace en la calle o en los estudios de ciertos diseñadores? En la calle. Los diseñadores no creamos nada. Considero que sólo lanzamos opiniones o puntos de vista de cosas que pasan en nuestro entorno.

España es un semillero de jóvenes diseñadores, hay mucho talento. ¿Qué ocurre que muy pocos son los que pueden triunfar y que la moda española no termina de posicionarse internacionalmente? Hay mucho talento, hay mucha tradición, pero lo que no se defiende y consume en un país, raramente es bien aceptado fuera. El otro día ponía de ejemplo a Ferrán Adrià, ¿por qué en gastronomía sí hemos sido los más innovadores y hemos triunfado fuera? Simplemente porque, en España, a la gente con buen nivel adquisitivo le gusta comer y Adríá supo disfrazar muy bien algunas tradiciones nacionales, dentro de una carta sin nada que envidiar a ningún restaurante internacional. En moda, los únicos que hicieron algo parecido, pero les faltó el punto "internacional", han sido Victorio y Luchino y ese, en general, es el gran fracaso de la moda en España.



¿Por qué te has instalado en Londres y no en otra capital de la moda, como París o Milán? Estoy aquí gracias a una beca, de Burger King y Ego de Cibeles, para internacionalizar mi marca desde Londres, aunque ya viviendo en Barcelona, tenía puntos de venta en Hong Kong y Tokio. Comunicando desde Londres hemos conseguido más repercusión en Los Ángeles y Canadá. La verdad es que apenas llevo un año en Londres y la gente ha sabido comprender muy rápido y, a la diferentes niveles, la moda que hago, desde clientes personales hasta la forma en que estoy desarrollando las presentaciones de cada colección.

¿Cómo definirías Barcelona? Escuché una frase de alguien que decía que Barcelona era como un caramelo pero que cuando lo pruebas te deja un sabor amargo... Es una ciudad europea que podría ser idílica pero todavía piensa que sólo tiene que vivir por y para los turistas y eso no es así.

¿Hay algo qué eches de menos de Barcelona? La verdad que me cuesta hablar mal de Barcelona, pero me ha dado tan pocas oportunidades que en el sentido laboral no echo nada de menos.

Me explicas cómo se gestó y cómo transcurrió la presentación espontánea de tu colección, en el British Museum, durante la última London Fashion Week. La verdad que ha sido todo muy fácil. Unas semanas antes, me di varios paseos por el hall principal del museo y estudié a fondo el mapa. Hablé con un hotel a dos minutos de allí y alquilamos un meeting room para preparar make up, hair y vestir a los modelos. Anuncié el evento en Facebook, en principio, como secret location pero más tarde desvelé el lugar porque eran muchos los e-mails que me llegaban preguntando sobre el sitio y las invitaciones. Una vez que llegó el día, fuimos todos para allí y utilicé un espacio público en el que apenas pasa nada y tanto turistas como prensa e invitados, disfrutaron como nadie de los casi menos de diez minutos que duró la presentación. Pero como dicen, lo bueno, si breve, dos veces bueno. Pronto saldrá on line el documental sobre esta acción, filmado por Ryan Andrews.

¿Ya eres famoso en Londres? ¿Famoso? Creo que simplemente hago lo que me gusta y casualmente aquí hay gente con más nivel de cultura high street fashion  que han sabido, desde el minuto cero, entender mi producto. Por otro lado, a diferencia de España, aquí se toman muy en serio a los jóvenes con proyectos e ideas nuevas y aunque sea moda, si detrás hay business y trabajo constante, seguro que se verán interesados. Por lo de famoso, no me gusta esa palabra, prefiero decir que se está reconociendo el trabajo que hago y, por eso, ahora tenemos tres puntos de comunicación trabajando en la marca, uno en Milán con 360+onequarter, otro en Tokio con Wut Berlin y, por supuesto, en Londres, con BLOW PR.