El uso del vidrio artificial es cada vez más frecuente en arte y diseño, aunque curiosamente siguen siendo muy pocos los artistas o artesanos que trabajan y experimentan con él. “… Es un material que se ha puesto de moda y que ha evolucionando mucho, es un material de futuro tecnológico además es un material símbolo de reciclaje continuo…”. Meritxell ha estudiado cerámica impulsada por la idea de ser artesana, poder trabajar con las manos y a partir de la observación constante de la naturaleza “…El vidrio me atrajo desde muy pequeña. Siempre recuerdo una visita al Poble Espanyol, con mis padres, y alucinar, al ver como unos artesanos soplaban vidrios, en ese preciso momento, me enamoré de ese material. Estudié e hice cerámica durante muchos años pero, en cuanto pude ponerle las manos encima al vidrio, se acabaron los otros materiales…”. Joaquim que es licenciado en Bellas Artes, también decidió hacer el curso en “Reproducción de objetos de vidrio”, en la Fundació Centre del Vidre, que se convirtió en punto de encuentro de estos compañeros de pupitre a los que, desde el primer momento, les gustó trabajar juntos, creando así, un mecanismo de trabajo que les sigue funcionando perfectamente. “…El vidrio me atrajo sobre todo por lo inexplorado, era un material del que no se hablaba en la facultad de Bellas Artes, era un material completamente desconocido y más aún, como materia de arte y lo sigue siendo, en la historia del arte incluso. Fuera de los vitrales no se habla del vidrio, es un material que pasa desapercibido que ha sido, y es, muy importante…”.

¿Por qué desde COMGLAS se definen como artesanos del vidrio? La artesanía para nosotros es una herramienta. Somos artesanos porque las cosas las hacemos nosotros mismos, si las tuviéramos que encargar, nadie las podría hacer. La artesanía es una herramienta y la técnica también, no es un fin en sí mismo. Nosotros utilizamos el vidrio como material para expresar, lo que llevamos dentro, nuestros sentimientos, lo que nos une a la tierra, el vidrio nos permite este tipo de conexión.

¿Si hablamos de técnica? Para el tratamiento del vidrio existen muchas técnicas. El vidrio es más que un material, es un estado en el que se encuentra la materia, no es un único material, sino muchos y eso también es muy interesante porque no te limita a una técnica.  Existen trabajos en frío o en caliente y hay mucho campo técnico para investigar.

¿Cuál es vuestro campo? Tenemos varios campos abiertos, uno es el de reciclaje de botellas d para generar objetos otro, por ejemplo, es el de las esculturas. Lo que más nos interesa es trabajar con vidrios industriales, con vidrios que no están pensados para el arte, eso nos exige investigar y experimentar. Hay vidrios que son tan bonitos que, a veces, cuando los compras, tienes la sensación de que prácticamente no podrías mejorarlos. El vidrio industrial tiene un punto de lo cotidiano por lo que no está pensado para ser fundido o para utilizarlo artísticamente, sino que suele estar pensado para hacer ventanas o acristalamientos, de forma que a partir de la experimentación lo llevamos a puntos muy interesantes y, al mismo tiempo es como romper un prejuicio. Nosotros lo compramos en planchas de diferentes grosores y  lo manipulamos de distintas maneras, comenzamos cortándolo, lo apilamos y lo fundimos para convertirlo en un bloque y escribimos entre las capas. Hay escritura manuscrita, se realiza con un elemento que se llama grisalla, es parecido a un esmalte que funde también y se incorpora a la masa. Para nosotros, estos bloques son como estratos de tiempo, de memoria que ahí se encuentra todo compactado.

¿Se consideran pioneros? Con el trabajo en vidrio frotado sí. Incluso en el mundo hay poca gente que lo trabaje porque es muy complicado fundirlo. Al principio, es poco agradecido.

“…El vidrio nos ayuda a expresar nuestros sentimientos, lo que llevamos dentro, lo que nos une a la tierra, es un material que nos permite este tipo de conexión…”

En un contexto contradictoriamente indiferente al vidrio como material artístico, ¿cómo amplifican vuestro trabajo? Siempre hemos intentado presentarnos a muchos concursos, hay galerías también especializadas en vidrio. Es un sector del arte muy especializado que tiene su propio universo y concursos especiales. Es un sector muy específico y, a nivel mundial, existen algunos concursos de mucha importancia, aunque nosotros también intentamos presentarnos a concursos de esculturas que no sean exclusivamente de vidrio porque queremos contaminar, intentar llevar el trabajo en vidrio a otros ámbitos. Por ejemplo, haber presentado una escultura pública en vidrio, para un espacio público, ha sido un gran reto. Era un concurso para el barrio de la mina y hemos obtenido el segundo premio

¿Creen que el artista catalán o barcelonés tiende a generar o adaptar tendencias?La dinámica general suele ser la de adaptar. Los artistas, en general, revisan y reinterpretan otros momentos históricos pero hay que intentar salir de esa línea como si fuera el único esquema de reflexión posible. A nosotros personalmente, no nos seduce la idea de revisar otros momentos, nos interesa, en todo caso, ir a los orígenes, la madre naturaleza. Tampoco reflexionamos mucho sobre nuestro trabajo, nuestra reflexión es el trabajo en sí, de lo contrario deberíamos hacer una reflexión de la reflexión. Es un poco extraño, a veces, para a algunas preguntas no tenemos respuestas, tenemos más preguntas…

¿Creen que existe alguna vinculación entre COMGLAS y Barcelona? Sí, seguro, en caso contrario hubiera sido imposible. Sí, porque el mismo origen de la escuela donde estudiamos tiene que ver con la recuperación del patrimonio de vidrieras, si no hubiera patrimonio de vidrieras, nadie se plantearía recuperar ese patrimonio y la investigación en el sector del vidrio, tampoco evolucionaría.

Lo que más les gusta de Barcelona.Todas las posibilidades que nos ofrece sobre todo de contacto con otras personas.

Lo que menos les gusta de Barcelona. La falta árboles y el exceso de cemento, pero esto se aplica a todas las ciudades… Querríamos jardines verticales.

¿Identifican algún factor que la haga única a Barcelona?  Sí, a expectativa con la que las personas llegan, muy abiertas, con ideas frescas y con predisposición para desarrollar cosas nuevas. Barcelona es un terreno fértil para generar ideas nuevas y encontrar personas que puedan articular esas ideas. Es un lugar muy abierto donde todo el mundo puede encontrar su lugar, puede entrar, dar y recibir. Es un lugar donde la gente se comunica, es como un “semillero”, pueden germinar muchas cosas y es real porque las cosas se materializan.