En menos de diez años supieron pasar de un festival de un día, quince artistas y siete mil personas, a otro de tres días, más de doscientos cincuenta artistas y cuarenta mil personas. De un crecimiento estable y permanente, desde sus orígenes, a un proceso de internalización iniciado, en 2010, con la programación, de dos de los siete escenarios, en asociacióncon socios extranjeros muy prestigiosos. Uno con ATP (All Tomorrow’s Parties, festival musical inglés) y otro con Pitchfork (publicación on line, de Chicago, dedicada a la crítica musical), asociación que motivó, casi espontáneamente, la creación del “Primavera Pro”, centro de negocios que reúne a agentes y profesionales del sector y de la industria internacional que vienen al Primavera Sound, de todas partes del mundo,  para  descubrir nuevas bandas, nacionales e internacionales y detectar nuevas tendencias musicales.  Así, Alberto Guijarro es uno de los responsables de haber creado una marca registrada, legítimamente posicionada y ahora también exportable a Oporto, en junio, al Parque de la Cidade, con cien bandas en escena..

¿Cuáles crees que son las virtudes del Primavera Sound? Lograr que el Primavera Sound mantenga una línea, sin etiquetas, y poder así, evolucionar, mutar e inclusive adaptarse. Haber sabido mantener vivo el espíritu de “festival”, a través de la novedad y alimentando a un público ávido por descubrir, siempre a la carrera y con programa en mano. El público valora mucho la fidelidad que propiciamos a nuestro propio espíritu y el cariño, como buenos melómanos que somos, que vehiculizamos a través de la programación y esa paciencia, que nos caracteriza, de saber seleccionar grupos, con sólo un single, que un tiempo después, se convertirán en banda revelación, como ocurrió con: Devendra Banhart, Wilco, Franz Ferdinand, Beach House o The XX, entre otros.

¿Cómo se hace, desde la programación, para satisfacer a tanta gente? Finalmente es muy fácil, te dices, si esto me gusta a mí, le gustará a mucha gente más. Sabes que existe un público que te sigue y legitima porque comparte tus mismos gustos. Solo tratamos de ser fieles a nuestro criterio y gusto musical y a esa fuerte intuición que hemos desarrollado, con el tiempo y la experiencia. De todos modos, nosotros buscamos provocar más que satisfacer. El Primavera Sound ha comenzado en una escena muy determinada por lo cual siempre precisa una inyección constante de inputs, creemos que eso es muy bueno, es lo que nos permitió mantener una línea sin ponernos etiquetas, pudimos mutar, evolucionar y adaptarnos a las necesidades, gustos y tendencias.

¿Puedes identificar alguna tendencia musical para este año? Para este año la world music con Bombino, Afro Pubis o Vampire Weekend influenciados todos, por tendencias africanas. Creemos en la diversidad, por ende, en las distintas corrientes musicales. Usualmente, cada tendencia suele tener su contratendencia, por esto, nos divierte atacar a cada corriente musical y de distinta manera. Cualquier manifestación musical, si cumple con ciertas normas, no importa su origen, puede ser enriquecedora. Finalmente, precisas muchos escenarios…, así, existen muchos Primavera Sound, más rockero, más experimental, más electrónico e incluso también, distintos circuitos, comienzas de día y te retiras más temprano o terminas bailando hasta el amanecer.

¿Como melómano y especialista en música, reconoces algún rasgo musical barcelonés o regional? Hay eventos en Barcelona que han creado tendencias y músicos que se han hecho muy conocidos pero suelen terminar siendo de consumo interno. Cuando viajo percibo que existe un prejuicio recurrente sobre Barcelona, como ciudad moderna y vanguardista pero no comparto esa opinión. A nivel creativo siempre hay pautas interesantes pero no logro comprender por qué, nunca se llega a formar, el caldo de cultivo necesario para que nazcan tendencias, en la disciplina que sea. Evidentemente el folk catalán podría representar un rasgo local, pero esto no lo hace exportable, no solo por el idioma, también porque se hacen cosas muy similares en todo el mundo. Nosotros amamos Barcelona pero miramos a Europa…

Actualmente, en muchas disciplinas se proyecta la necesidad de un cierto “back to the basics”, producto de una crisis de modelo, ¿Crees que se proyecta en la música?. Sí, claramente. Nos dimos cuenta que es cada vez más necesario establecer una comunicación de tu a tu. Hace un tiempo, comenzó a ser evidente, que quedaron atrás los grandes montajes y los efectos visuales más sofisticados para establecer una comunicación artista-público, dejando los artificios de lado. Justamente la esencia de la música es la transmisión de todas esas emociones. Es una de las razones de por qué, sonidos como el folk, por ejemplo, han triunfado.

¿Recuerdas algún suceso durante algún Primavera Sound que te permita interferir alguna hipótesis? Sí, recuerdo con mucha ilusión, al vocalista de The Flaming Lips hablando maravillas del concierto de Justice. Detectamos que los propios artistas son fans de otros artistas. Nuestra pasión la contagiamos a todo el mundo incluso a los artistas, que obviamente, también son melómanos y tienen a sus bandas favoritas.